Las tiendas, centros comerciales y supermercados, que reciben cada día a numerosos clientes y visitantes, necesitan garantizar una excelente calidad de servicio, por eso el mantenimiento en el sector minorista y de la gran distribución desempeña un papel fundamental.
El mantenimiento ordinario tiene una finalidad preventiva y está cuidadosamente planificado, tras una inspección minuciosa, en función de las necesidades de la tienda.
El mantenimiento extraordinario, por su parte, incluye todas aquellas operaciones que, por razones de seguridad, no pueden realizarse mediante intervenciones estándar o que tienen carácter urgente.
La modularidad de los carros full plastic permite, en caso de rotura, la sustitución de cada componente individual, al tiempo que permite conservar las piezas no dañadas. La sustitución de los componentes dañados es muy sencilla y rápida, y en la mayoría de los casos puede realizarla directamente el cliente sin necesidad de costosas intervenciones de técnicos o con equipos especializados.
La particular ligereza de los carros Plastimark (aproximadamente la mitad del peso de los carros metálicos) no sólo garantiza un alto nivel de comodidad para el usuario, sino que también se traduce en un menor desgaste de las ruedas y, en consecuencia, en una reducción significativa de las tareas de mantenimiento. La notable elasticidad y robustez de los materiales utilizados, el menor peso, la ausencia de aristas y los bordes redondeados reducen la posibilidad de causar daños a personas o bienes durante su uso.
La composición del material y el tratamiento con aditivos estabilizantes anti-UV a los que se someten los productos Plastimark garantizan una mayor resistencia a las temperaturas (de -20° / a +60°) y a la intemperie, asegurando así una mayor longevidad.
Esto reduce significativamente los costes de mantenimiento ordinario del punto de venta y minimiza los costes de mantenimiento extraordinario.