Actualmente, hablar de plástico es complicado porque este material está cada vez más sujeto a prejuicios y demonización.
Pero si bien es urgente comunicar el problema medioambiental ligado al mal uso del plástico, también es esencial concienciar sobre los modelos de consumo y las ventajas -también sostenibles- de este material.
Para el sector minorista, por ejemplo, elegir carros de la compra de plástico es señal de conciencia medioambiental y compromiso con la sostenibilidad.
Los carros de plástico son más resistentes a los agentes atmosféricos, al desgaste, y menos propensos al robo. Por tanto, una mayor durabilidad supone un ahorro tanto en términos de producción como económicos.
Los productos de plástico también son completamente modulares y personalizables, lo que permite la sustitución parcial de componentes, alargando enormemente el final de su vida útil. Además, el reciclaje de este material tiene menos impacto en la atmósfera que el metal y garantiza altos niveles de sostenibilidad.
Hablar de «plástico» es reductor porque existen innumerables materiales poliméricos. El departamento de Investigación y Desarrollo de Plastimark y los avances tecnológicos de los últimos años han desarrollado alternativas totalmente eco-friendly.
Desde plásticos reciclados de posconsumo industrial o doméstico, hasta un nuevo material fabricado a partir de la recuperación de residuos abandonados en mares y playas.
Por tanto, hay que tener cuidado con generalizar al hablar de los problemas asociados a los plásticos, cuando en realidad su uso puede ser a menudo un recurso.
Las grandes marcas de la distribución, cada vez más conscientes del impacto medioambiental de sus tiendas, optan cada vez más por soluciones como los carros Plastimark para comunicar de forma tangible su compromiso sostenible a los clientes, aumentando su fidelidad, y también para optimizar recursos y costes que afectan innegablemente al éxito de una marca.