En los últimos tres años, los hábitos de consumo han cambiado con una rapidez fuera de lo común frente a factores significativos como la inflación. Los consumidores de hoy son mucho más exigentes y han adoptado nuevos hábitos para optimizar sus presupuestos.
El año 2023 ofrece una serie de oportunidades y retos únicos, también para el sector de las private labels. Muchos compradores han descubierto que sus opciones de ahorro han revelado productos que rivalizan o superan la calidad ofrecida por las marcas nacionales tradicionales.
Las marcas blancas, o store labels, son marcas exclusivas que pertenecen a una determinada tienda. Se trata de envases y marcas específicos de una empresa minorista concreta.
Los productos de marca blanca tienen que venderse solos; suelen ser artículos que no necesitan necesariamente campañas publicitarias para venderse. Dado que la mayoría de los productos de marca blanca acaban recibiendo grandes pedidos de los principales minoristas, los fabricantes obtienen la ventaja de crear y enviar todos los productos a un único cliente, lo que se traduce en una reducción de los costes de explotación y de las emisiones al medio ambiente.
Aunque el precio seguirá siendo un factor importante en los hábitos de compra de los consumidores y en sus elecciones de compra en tienda y online, los expertos del sector creen que los minoristas pueden hacer más para destacar las ventajas de los productos de marca comercial, que van más allá de ser simplemente más baratos que sus competidores de marca nacional.
De hecho, los consumidores de hoy eligen los productos de marca blanca no sólo por su comodidad, sino también por su calidad y consistencia.